Devolver la naturaleza a la ciudad

Construir con madera contribuye a impulsar la presencia de verde en la ciudad y fomentar el bienestar humano

Es un gran honor poder presentar el proyecto de rascacielos de madera, Oakwood Towers, en Barcelona, una ciudad fundada en la antigüedad por gente de mar, que apreciaba y usaba la madera tanto para construir barcos como edificios. Eran gente que respetaba y observaba la naturaleza en su entorno y se adaptaban a él también a través de las construcciones de madera.

Construir con naturaleza

Con la llegada del siglo XXI, se han empezado a buscar nuevos materiales y métodos de construcción alternativos que se ajusten a la situación actual y que integren los beneficios de la nueva inteligencia artificial, los procesos de blockchain y una mayor eficiencia de los costes de producción, además de los sistemas robóticos de montaje de precisión, con los que se pueden construir un mayor número de viviendas y edificios más saludables y más naturales para la ciudad. Y es que, en una nación de marineros, ¿qué puede ser más natural que la madera?

Llevamos algunos años trabajando en colaboración con la Universidad de Cambridge y los ingenieros de Smith and Wallwork en el Reino Unido en un proyecto de investigación que examina los beneficios del empleo de materiales naturales en la construcción. El proyecto Oakwood de rascacielos de madera es una propuesta realista que estudia las ventajas de usar madera de ingeniería –que incluye también especies como el bambú– como material de construcción sostenible, cultivada en bosques europeos. A medida que íbamos avanzando en el proyecto, la sorpresa fue que los diseños que producíamos eran atractivos y el público general rápidamente entendió los beneficios inherentes de este material del siglo XXI.

Vista nocturna del rascacielos Oakwood Tower desde el río Támesis. Foto cortesía de PLP Architecture

Vista nocturna del rascacielos Oakwood Tower desde el río Támesis. Foto cortesía de PLP Architecture

Es un gran honor poder presentar el proyecto de rascacielos de madera, Oakwood Towers, en Barcelona, una ciudad fundada en la antigüedad por gente de mar, que apreciaba y usaba la madera tanto para construir barcos como edificios. Eran gente que respetaba y observaba la naturaleza en su entorno y se adaptaban a él también a través de las construcciones de madera.

Construir con naturaleza

Con la llegada del siglo XXI, se han empezado a buscar nuevos materiales y métodos de construcción alternativos que se ajusten a la situación actual y que integren los beneficios de la nueva inteligencia artificial, los procesos de blockchain y una mayor eficiencia de los costes de producción, además de los sistemas robóticos de montaje de precisión, con los que se pueden construir un mayor número de viviendas y edificios más saludables y más naturales para la ciudad. Y es que, en una nación de marineros, ¿qué puede ser más natural que la madera?

Llevamos algunos años trabajando en colaboración con la Universidad de Cambridge y los ingenieros de Smith and Wallwork en el Reino Unido en un proyecto de investigación que examina los beneficios del empleo de materiales naturales en la construcción. El proyecto Oakwood de rascacielos de madera es una propuesta realista que estudia las ventajas de usar madera de ingeniería –que incluye también especies como el bambú– como material de construcción sostenible, cultivada en bosques europeos. A medida que íbamos avanzando en el proyecto, la sorpresa fue que los diseños que producíamos eran atractivos y el público general rápidamente entendió los beneficios inherentes de este material del siglo XXI.

Vista nocturna del rascacielos Oakwood Tower desde el río Támesis. Foto cortesía de PLP Architecture

Vista nocturna del rascacielos Oakwood Tower desde el río Támesis. Foto cortesía de PLP Architecture

Cuando veo el primer proyecto de la serie de rascacielos de madera Oakwood Tower, en el Barbican de Londres, me viene a la cabeza la música que acompaña nuestro vídeo de presentación –Asturias, de Isaac Albéniz– interpretada en guitarra española (de madera). La melodía consigue captar la sensibilidad, la delicadeza, la ductilidad y la fuerza de nuestro diseño –que no rigidez–, de cosas que crecen inexorablemente, vigorosamente y delicadamente.

Convertir las ciudades en espacios más habitables

Los proyectos realizados a partir de vigas de madera laminada o prensada transmiten cualidades de naturalidad, precisión y rendimiento. Es como un sistema dotado de un orden natural que sirve de inspiración para reinventar nuestras ciudades; de una escala natural propia de Gaudí o una suerte de biofilia para una ciudad inteligente.

Los seres humanos se sienten más atraídos por las construcciones de madera que por el hormigón, y sienten un mayor bienestar si se encuentran rodeados de este material noble. Los paneles de madera contralaminada (CLT) fijan un nuevo estándar de control de calidad y de protección contra incendios. Aportan nuevas posibilidades de estructuras y formas. Es un nuevo proyecto para el siglo xxi que quiere convertir las ciudades en espacios más habitables y estimular la felicidad entre la población. El proyecto de los rascacielos Oakwood Tower, posible gracias al uso de inteligencia artificial, prevé una revisión del concepto de ciudad, con edificios más económicos construidos en menor tiempo, mediante kits producidos industrialmente compuestos por partes intercambiables, que se montan directamente in situ. Con este concepto de urbanismo se ahorraría la mitad o incluso dos terceras partes del tiempo, y dos tercios del coste.

Rascacielos de madera

Los habitantes de ciudades densas prefieren tiempos de construcción más cortos, de modo que las obras sean lo menos molestas posible y más seguras en barrios con niños. Por su parte, a los clientes les gusta poder construir entre un 20 y un 30 % más de obra edificada en un tiempo determinado. Además, como la madera de ingeniería es más ligera, puede emplearse para ampliar edificios de hormigón existentes añadiendo pisos en las plantas superiores –como se ha hecho en París–. Al mismo tiempo esta construcción permite sentar las bases para fijar un posible método de construcción modular in situ, basado en un sistema de montaje robótico de precisión.

El tipo de madera que se utilizaría en estos nuevos edificios es la madera certificada, perfectamente sostenible, siempre abundante, siempre repoblándose. La cantidad de bosque cultivado en el mundo no para de crecer. Solo Canadá podría producir más de 15 mil millones de metros cuadrados de bosque cultivado en los próximos setenta años, suficiente para construir viviendas para alrededor de mil millones de personas, por no hablar de lo que significaría en términos de reducción de emisiones de carbono.